viernes, 9 de febrero de 2007

ENTREVISTA CON MICHAEL MANRING (Primera entrega)

Una figura estelar al lado del guitarrista ALEX SKOLNICK es el bajista MICHAEL MANRING. Tomamos esta entrevista hecha por y publicada originalmente en la página, con el ánimo de aprender algo mas sobre la vida del buen músico.
La estelar técnica de Michael, que incluye su sorprendente capacidad para tocar conciertos completos por sí solo, nos obliga a aquellos menos aventureros, a reexaminar qué es lo que puede y qué es lo que no puede hacer el bajo. Michael viaja regularmente a lugares donde los musicalmente tímidos temerían acercarse. Para ser más precisos, Michael regularmente ocupa una estratósfera musical que la mayoría de nosotros nunca ha visitado, o cuya existencia desconocemos.
Para aquellos que nos hemos preguntado miles de veces si el camino a seguir es una educación formal en un lugar como BIT o el autodidactismo, parece cantado que Michael Manring, uno de los mejores bajistas contemporáneos y “héroe del bajo” para varias decenas de miles de bajistas, podría tener una respuesta clara y precisa
MM: Bueno, fui a Berklee por alrededor de siete meses, pero me considero en gran medida autodidacta. Más o menos como todo el mundo, me salió un trabajo, me fui de gira y no volví. De hecho me arrepiento en parte. En cierta forma siempre he querido volver y aprender más. Es que hay mucho para aprender sobre la música. Armonía, composición y la música de diferentes culturas y tantos compositores brillantes. Es mi sueño, en algún punto de mi vida, volver a un ambiente más académico.
Eras muy amigo del brillante guitarrista Michael Hedges. ¿Su súbita muerte todavía te afecta?

MM: ¡Dios! Creo que algunos no sabían cuán amigos éramos. Empecé a tocar con Michael cuando tenía 18 años. Prácticamente crecí tocando con él. Antes de que los dos tuviéramos nuestros respectivos contratos, tocábamos por 50 dólares y dormíamos en la parte de atrás de su camioneta. Era un gran amigo y lo admiraba mucho. Era un ser humano extraordinario.
¿Y un músico extraordinario?
MM: Sí, pero más como ser humano que como músico. Creo que podría decir que siempre que estuve cerca suyo ocurrían cosas extraordinarias. Cosas que desafiaban la lógica a veces. Michael estaba realmente en contacto con algo. A menudo me preocupaba que algo le sucediera porque siempre vivió muy en el límite. ¡Se arriesgaba mucho!
¿Se arriesgaba físicamente, como Jaco?
MM: ¡Había muchas similitudes entre ellos! Y créeme que he hecho mucha introspección. También estudié de Jaco.
¿En serio?
MM: Sí, porque también fue una figura importante en mi vida. No tuve una amistad con él, fue más una relación estrictamente de profesor a alumno. No pasé mucho tiempo con él.
Hoy en día es bien sabido que Jaco realmente no fue siempre responsable de su conducta “bipolar”, siendo maníaco depresivo. Su enfermedad fue fuente de un gran genio musical, pero le costó muchos amigos también.
MM: Sí, era maníaco depresivo.
Y además tampoco eligió usar litio ni otros modificadores del ánimo.
MM: Bueno, la historia de Jaco es muy complicada, muy trágica.
¿¿Te molesta hablar de ello??
MM: No, no me molesta porque me pasé mucho tiempo tratando de procesarlo mentalmente. Esta gente eran mis héroes. Jaco, Michael y mi padre. Lo de Jaco fue tan trágico más que nada porque era muy autodestructivo. Mucha gente ofreció ayudarlo y lo hospitalizaron un par de veces. Hubo gente que hasta se alegraba de hacerlo hospitalizar par tratar de mejorarle un poco la vida. Pero estaba realmente decidido a destruirse a sí mismo. Michael Hedges, también, vivió lo equivalente a diez vidas en su corta vida. Hizo muchas cosas, muchas cosas extraordinarias. Era increíble. Creo que podemos tener por cierto, particularmente en el caso de Hedges, de que no hubo nada que no tuviera la chance de hacer. Me hizo pensar, hasta cierto punto, que él sabía que iba a morir pronto. Pudo haber vivido mucho más, de eso no hay duda.
Estas muertes inoportunas te hicieron valorar más tu vida.
MM: ¡Buena pregunta! Creo que me gustaría creer que todo lo que ha sucedido lleva a valorar más la vida. A estar más despierto para realmente apreciar cuán valiosa es la vida.
De hecho fue el haber escuchado lo que hiciste en “Drastic Measures”, éste disco y “Thonk” lo que me hizo finalmente tomar coraje para intentar tocar el bajo fretless. Fue una idea aterrorizadora dado el nivel de precisión necesario para tocar fretless. Es un instrumento impiadoso para quienes lo encaran a la ligera.
MM: Claro que sí. Tienes un margen de error de un milímetro y nada más.
¿Cómo te la arreglas para mantener constante la afinación? En un contexto en vivo, ¿es cuestión de apuntarle ciertas luces al bajo o estás tan cómodo que la iluminación no importa?
MM: Esa es una buena pregunta que nunca nadie me había hecho. Tienes razón, es necesario ver bien y las luces sobre el escenario son algo muy importante. He tratado de requerir una cantidad adecuada de luz sobre el escenario, pero sin mucha suerte.
Bueno, Greg Lake solía tocar descalzo sobre una alfombra importada para relajarse y concentrarse durante sus conciertos. ¿Por qué no armar algo con una buena luz? De esa manera no tendrías problemas para ver.

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